viernes, 28 de mayo de 2010

¡Feliz día Señorita!

28 DE MAYO - Día de la Maestra Jardinera

y Día de los Jardines de Infantes

Dos deditos alcanzaban para decir mi edad cuando por primera vez me llevaron a Jardín de Infantes.

Ahora tengo tres. Todavía no sé cómo expresarme, pero si pudiera saberlo, te diría:

Señorita, soy muy feliz en mi Jardincito.

Me enseñas a soñar, volar, pensar, a querernos y a muchas cosas más.

Siembras semillitas de amor que harán de mí una persona única, y maravillosa.

Sabes despertar mi curiosidad con tus narraciones y explicaciones.

Mis dibujos, bailes, cantos y mis logros de cada día, te fascinan.

Eres tierna, amorosa y capaz de llorar en mis momentos difíciles, me enseñas tantas cosas, que seguramente serán imborrables.

Por esa razón desde el fondo de mi corazón te digo que tienes todo mi cariño no sólo hoy que es tu día sino todos los días del año. Eres muy importante en mi vida.

¡FELIZ DÍA DE LA MAESTRA JARDINERA!

martes, 18 de mayo de 2010

Y el día oscureció

Era triste el caminar de aquella mujer que hoy pasó por mi casa, pintó de gris la mañana que comenzó brillando.


Su rostro increíblemente pálido no expresaba nada, sus ojos parecían mirar sin ver, su boca apretada en un rictus amargo, la espalda encorvada, auque era muy joven. Debió ser hermosa, lo vi en sus cabellos, cuando la brisa movía sus rizos que al revés de su imagen, parecían moverse alegremente.


Así, vestida casi con harapos, un bolso colgando de su hombro y un niño a cuestas que la hacía torcer como un árbol vencido por el viento, caminaba lentamente.


Pensé que el hambre la hacía sufrir.


Me compadecí ofreciéndole comida, trabajo o algo de dinero.


Ella reaccionó ofendida, me respondió con un insulto y un “¿Y a usted qué le importa?”


La mujercita con su niño estaba equivocada, sí que me importaba y mucho.


Entonces fui yo la que quedé terriblemente triste.


lunes, 10 de mayo de 2010

Respetar “la cola”


(Experiencia verdadera)

La señora ama de casa fue al Banco porque debía pagar los impuestos. Como corresponde se colocó en “la cola”, nosotros usamos el término “hacer cola” al hacer una fila (ridículo, horas para pagar impuestos).

Silenciosamente, con su bolsa de compras y algo despeinada porque había mucho viento en la ciudad, se colocó al final de la fila.

Hay tantas colas como características que muestran un abanico de conductas.

Se puede observar miradas vagas, generalmente rostros serios, jóvenes y viejos, se sienten olores provenientes de los que realizan trabajos con esfuerzo, perfumes fuertes, aroma a jabón, se adivinan dolores de pies o de piernas con movimientos de balanceo, hay niños que se duermen en los brazos de sus cansadas madres, niños que corretean tocando todo lo que no deben tocar, jóvenes que aprovechan el tiempo para leer, etc. una infinidad de actos que no terminaría de contar.

Aquel día, cinco del mes de mayo, nadie hablaba, era una “cola silenciosa”, solo se escuchaba de vez en cuando un “buenos días” que era apenas respondido por alguien con una respuesta malhumorada: “buenos días.

Los cajeros sin apresuramiento atendían a los cansados integrantes de la formación en espera de ser atendidos.

Aquella fila se fue conformando calladamente. Suelen ser entretenidas cuando son formadas, siempre casualmente, por personas dispuestas a pasar un buen rato, como jubilados que como no tienen demasiado por hacer y emplean ese tiempo para relacionarse con otras personas, pero para muchos es una tortura, una pérdida de tiempo.

Aquel día, el grupo de personas, una atrás de la otra, miraban sin ver hacia cualquier lado, resignados, mudos, inmersos en vaya a saber qué pensamientos.

Casi al mediodía, hora pico, se acercó un señor muy elegante y apresurado, evadió la fila y pasó directamente a ventanilla aduciendo un no sé qué…. de urgencia.

Fue como una explosión, aquellos que parecían adormecidos despertaron protestando en voz alta, indignados, cambiaron totalmente su comportamiento, casi gritando le dijeron al distinguido señor que debía ponerse en la fila como todos, esperar su turno y otros improperios…..

El refinado señor pretendió no escuchar y siguió adelantándose sin tener ningún respeto hacia los que hacían la fila.

Fue entonces cuando los que mansamente esperaban callados en la cola se unieron inmediatamente ante la injusticia. Protestaron, gritaron, insultaron con indignación, no escuchaban las excusas que pretendía dar el cliente. Fue una explosión de emociones contenidas.

El elegante caballero giró sobre sus talones y se retiró del Banco sin realizar su trámite .

La cola, a partir del incidente dejó de ser silenciosa, con cierta satisfacción se pusieron a conversar amigablemente.

Supieron defenderse y reaccionar unidos, triunfaron esta vez ante la arrogancia y la falta de respeto.

martes, 4 de mayo de 2010

Volar


Hay menos luz solar, las hojas se caen para volver renovadas en primavera.


Es maravilloso caminar sobre ellas, son como pedacitos de papel dibujados con distintos tonos, ellas crujen, parecen reír, no se enojan porque las pisamos, al contrario se alegran de ser motivo de juegos.


Hace muchísimos años, cuando la cama no existía eran las hojas las que servían de lecho, eran ellas las que daban calor y las que ayudaban a encender el fuego.


Hoy nos empeñamos en barrerlas, escoba va, escoba viene, todas barremos a las indefensas hojas y las amontonamos. Las que tienen suerte son abono de plantas, otras son quemadas, otras quedan escondidas en algún cantero esperando no ser vistas.


Las de mi árbol retozan esperando ser transportadas por el viento para volar hacia donde él las lleve.


¡Quien pudiera ser tan libre, amarilla, parda o roja soplada por el viento y volar solo volar!


Foto By Tito