Era la escalera de mi casa. Ya no existe pero la recuerdo así:
Me enceraban lustraban o barnizaban.
Subían y bajaban corriendo o perezosamente.
Algunos se cansaban y rezongaban
mientras subían y bajaban.
Yo escuchaba lamentos y risas,
pero contenta porque nunca estaba sola.
Ya viejos mis escalones pensaba que algún día
mi vida terminaría cuando un edificio se construyó
y en trozos me convirtió.
Pero igualmente soy feliz porque seguramente,
con mi leña a alguien…. le di calor.
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Un perfecto ejemplo de prosopopeya (dar vida y sentimientos a un objeto inanimado).
ResponderEliminarCreo que por el simple hecho de querer escribir y que te guste, es razón más que suficiente para que sigas intentándolo. ¡La práctica hace al maestro!
Te recomiendo una web sobre técnicas y ejercicios de escritura que a mí encanta y creo que te va a venir muy bien: http://blog.dificildejuglar.com/
¡Ánimo y sigue escribiendo! :D
Muchas gracias por leerme y también por recomendarme la web, me gustó mucho.
ResponderEliminarEcologismoliterario, muchas gracias por la información no sabía que escribir dando vida a objetos imaginarios se llama prosopopeya.
ResponderEliminarYo lo hago con bastante frecuencia porque me gusta.
¿Está mal?, es correcto o absurdo?
Gracias, amigos